lunes, 22 de junio de 2015

Tenías razón...






Tenías razón...
Debimos terminar a tiempo
no forzar la coincidencia
ni extender el momento.

Tenías razón…
nunca me vi
como tú me viste
y es que tú mirabas
a alguien que no existe.

Tenías razón amor mío,
nadie sobrevive en una cueva,
y aunque mi fuego venza al  frío
no soy una llama eterna.

Me escapo de tus manos y tú de las mías,
es preferible alejarnos pronto,
aunque cualquiera que nos viera
dándonos cuidados y caricias
nos confundiera  con esposos
sin saber que solo fuimos
dos sedientos en un pozo…

Te llevas mi cariño eterno
y “cariño” suena muy pequeño
pero están prohibidas las palabras
que alienten cualquier sueño…


Abandono mi vieja armadura
este corazón se hizo muy grande
pues solo así, de forma pura
merecías que te amase…

Aprenderé a vivir expuesta
valió la pena esta vez,
y quizá para la próxima,
alguien repare mi piel.